El blog de aguja

La enfermera<br /> Una mañana con un sol inclemente y el auto sin aire acondicionado, a José le tocaba salir en búsqueda de su esposa. Ella tenía tres semanas haciendo un curso de costura con el cual estaba muy emocionada, cada día aprendía algo nuevo. <br /> Eran las 10:40 am, cuando José se metió en su auto que estaba hirviendo por dentro. Llevaba varios meses con el aire acondicionado dañado.<br /> –¡Coño! Y pensar que el estacionamiento de la escuela siempre está lleno a esta hora y no hay sombra donde esperar. –Pensó en voz alta.<br /> –Vas muy temprano, vete a diez para las once, así llegas a la hora que está saliendo mamá y no tienes que esperar. –respondió su hija que había escuchado sus quejas.<br /> –¿Y las colas? Sin tráfico llego en 5 minutos. Pero, ahora, sales y no sabes a que hora vas a llegar. Prefiero irme ya, y prever 15 minutos en la cola. –Encendió su auto y arranco sin agregar más nada.<br /> Después de rodar 20 minutos en un fuerte tráfico, al fin, llegó al centro de entrenamiento. Su camisa estaba pegada al cuerpo de tanto sudor. El estacionamiento estaba lleno, le tocaba esperar a orillas de la acera, siempre corriendo el riesgo de que lo atracaran a plena luz del día. Al respecto decía: –Si no sales porque te pueden atracar, no tiene sentido la vida, de todas formas te pueden atracar en tu casa y durmiendo.<br /> Menos mal que fue poca la espera; apenas transcurrieron tres minutos y ya estaba saliendo su esposa del curso.<br /> Al ver que María venía sola, se lamentó pensando que debía esperar a la señora Antonia, amiga de su esposa que vive en Caña de Azúcar y siempre la acercamos hasta el terminal de pasajero. <br /> –¿Qué más mi amor? ¿Cómo te fue? ¿Y la señora Antonia? –Preguntó José.<br /> –Estaba en las nebulosas, se sentía mal y se tuvo que ir temprano. –Comentó María.<br /> –¿Alguna enfermedad? ¡Extraño! A ella no le gusta perder clase y está muy animada con los cursos.<br /> –Se presentó ayer en el ambulatorio una situación muy desagradable. Una bebe de pocos meses y su madre de 16 años graves. –Respondió María, preocupada.<br /> –¿Ambas? Mi amor tantos años que tiene Antonia trabajando en el ambulatorio y todavía no se acostumbra. Ahí debe llegar, a cada rato, casos de casos.<br /> –Ahora no se trata de cualquier caso. Es que provoca indignación. Si no estaba presente y me dio un dolor de cabeza al escucharla y ver sus rostros.<br /> –¿Qué pasó mi amor?<br /> –¿Sabes cuál era la enfermedad de las dos niñas? –María sin esperar respuesta, agregó: –Hambre mi amor, se estaban muriendo de hambre. <br /> –¡Qué vaina! La gente muriéndose de hambre en un País al que le ha entrado tanto dinero.<br /> –Para completar el caso, esta niña tiene su esposo, un tal Raúl que gana muy bien. Pero, ese irresponsable, todavía no ha cobrado cuando ya está brindando aguardiente a sus amigos y llega a su casa sin dinero para el mercado. El vicio de la coca lo tiene loco. Como dicen: “Candil de la calle y obscuridad de su casa”.<br /> –Mi amor, en este País, cuando alguien se muere, los médicos diagnostican que murió de tal enfermedad, nunca escriben que murió de hambre. Sin embargo, muchas muertes son causadas por la desnutrición. –agregó José<br /> Juan Herrera

EL NACIONAL - Sábado 18 de Abril de 2009 Lectores/5<br /> <br /> Lectores<br /> Revolución <br /> Pedradas a la razón <br /> JUAN HERRERA <br /> <br /> ________________________________________<br /> <br /> <br /> ¿Cuál razón? ¿Quién tiene la razón? ¿Dónde está la razón? Nosotros sí razonamos; los demás, no. <br /> <br /> Leí en un escrito reciente que estar en desacuerdo con este disparate mal llamado "revolución" era tirarle piedra a la razón. Que venga esto de alguien que se autodenomine "revolucionario" es sorprendente y no deja de ser contradictorio. <br /> <br /> Para ser revolucionario, primero tienes que dudar de ti mismo. De lo contrario sólo eres un fiel religioso, todo se da por acto de fe. <br /> <br /> ¿Cómo piensa alguien ser revolucionario, si cree que es dueño de la verdad? ¿Cómo puede alguien creerse revolucionario, si acusa de traidor a todo el que piensa diferente? Revolución es algo cambiante, algo contrario a la estática. <br /> <br /> Para que alguien se considere revolucionario debe estar en una constante duda, con el fin de buscar los cambios, si los hay. Alguien que no dude, se cree dueño de la verdad y nunca podrá ser revolucionario. <br /> <br /> Si persigues a los demás por poseer ideas diferentes, menos revolucionario eres. Y poco inteligente. En cambio, en una dictadura, las ideas que se conservan y valoran son las que permiten consolidar el sistema instaurado.

EL NACIONAL - Lunes 13 de Abril de 2009 Ciudadanos/4<br /> <br /> Ciudadanos<br /> Cultos <br /> El imperio en la mente <br /> JUAN HERRERA C.I. 4.223.222 <br /> ________________________________________<br /> <br /> <br /> <br /> Palabras de Omar (La Meca, 581 ¬ Medina, 644), antes de ordenar la destrucción de los libros de la biblioteca de Alejandría: "Si estas escrituras están de acuerdo con el Corán, resultan inútiles, y por tanto, deben ser destruidas; si no están de acuerdo con lo que dice nuestro santo libro, entonces son dañosas, y deben ser quemadas". <br /> <br /> Omar, caudillo de los creyentes, fue sucesor del califa Abu Beker (primer discípulo de Mahoma). <br /> <br /> A la muerte de Mahoma, Omar nombra a Abu califa con la intención de unir las tribus árabes. De esta manera, construye el poderoso imperio árabe que domina desde la frontera China hasta España. <br /> <br /> Antes de Mahoma tener influencia, había enviado cartas a los imperios vecinos advirtiéndoles que los iba a dominar. <br /> <br /> Es un derroche de ignorancia, de cualquiera que se crea un líder y acude a los árabes como aliados en contra de los imperios. Prácticamente, todas las religiones tienen el gusanillo de la idea imperial, como medio de expansión y dominio cultural. <br /> <br /> Hasta ahora, Venezuela ha sido un paraíso, desde el punto de vista religioso. A todo el mundo se le respeta su creencia. Pero, por intereses mezquinos, se puede provocar cambios negativos en nuestro pueblo. <br /> <br /> ¿Quién no quiere tener un imperio y sobre todo ser el emperador? Sólo un mentiroso dice que no. Son muchas las veces que lo he soñado. Hay que tener cuidado al darle exceso de poder a un ser humano.